Es innegable que muchas veces hemos sentido admiración e, incluso, hemos sido atraídos por personas que parecen sobresalir en todo lo que hacen. Realmente no necesitan mucho esfuerzo para sobresalir en todo lo que hacen. Claro que nadie puede ser perfecto, pero es posible ser excelente. Y la mejor forma de desarrollar la excelencia es dando siempre lo mejor de ti y poniendo toda tu energía en tus proyectos. Siempre que reconozcas que estás haciendo lo mejor que puedes, realmente estás sobresaliendo.
Tienes que poner
todo tu esfuerzo en todo lo que intentas, de lo contrario nunca podrás
desarrollar la excelencia. No puedes sentarte a esperar ser un excelente maratonista,
tienes que salir y practicar poniendo tu mejor esfuerzo en ello. Otra forma de
desarrollar la excelencia es aprender a dominar las cosas con la mayor maestría
posible y no quedarte con las bases elementales. Esto es aplicable a aprender
nuevas habilidades tales como hablar un nuevo idioma o aprender a utilizar un
nuevo programa de software.
Debes estar
comprometido para sobresalir. Antes de emprender un proyecto o comprometerte
con un objetivo, debes estar preparado para comprometerte por completo y así,
no solo poder cumplirlo, sino, cumplirlo con excelencia. Esto implica retos,
que pueden ser los que tu mismo te impongas, o pueden ser los que la vida le presente.
En cualquier desafío podrías cometer errores, y a veces no hay nada que se
pueda hacer para evitarlos. Lo que puedes hacer es aprender de tus errores.
Cuando algo sale mal, no te menosprecies, piensa en qué fue
lo que ocurrió y aprende de ello, así estarás más preparado la próxima vez.
Otra manera de
desafiarte a ti mismo es estableciendo altos estándares. No conformarte con
hacer solo aquellas cosas que te resulten fáciles, debes, también, hacer algo que
te saque de tu zona de confort. Para desarrollar realmente la excelencia de
manera perdurable, debes estar siempre abierto al aprendizaje, lo que puede
incluir la lectura de libros; tomar cursos, seminarios y talleres; pero, sobre
todo, también incluye aprender de la vida y adaptarse a las cosas según sea
necesario; esto es, convertirte en un lector de la vida.
Antes de poder desarrollar
una vida de excelencia duradera, debes comprender de qué se trata, debes
conocer cuáles son tus fortalezas y cuáles tus debilidades, visualizar tus
oportunidades e identificar amenazas en el desarrollo de tus trabajos y
proyectos. Desarrollar un hábito de excelencia duradero no sucede de forma
mágica; debes estar consciente de tu propósito en la vida, conocer y asimilar
tu entorno, así como las personas de las que te rodeas. Deber estar abierto a
nuevas experiencias y a aprender de sus errores. Esto te proporcionará la
oportunidad de una vida en la que puedes ser feliz y sobresalir, para tu bienestar
y el de aquellos a quienes sirves.
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