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martes, 28 de febrero de 2023

RECHACE EL DIÁLOGO INTERNO NEGATIVO

 El “diálogo interno negativo” es un problema muy común, pero a menudo pasado por alto que puede tener un impacto significativo en la salud mental y el bienestar de una persona. El diálogo interno negativo se refiere al diálogo interno que una persona tiene consigo misma, a menudo caracterizado por la autocrítica, la duda y los pensamientos negativos. Puede tomar muchas formas, como el perfeccionismo, la rumiación y la autoinculpación, y puede desencadenarse por una variedad de factores, como experiencias pasadas, expectativas sociales y creencias personales.

El diálogo interno negativo puede tener una variedad de efectos negativos en la vida de una persona, que incluyen baja autoestima, ansiedad, depresión y disminución de la motivación. También puede obstaculizar el crecimiento y desarrollo personal al limitar la capacidad de una persona para asumir riesgos y probar cosas nuevas. Por lo tanto, comprender el diálogo interno negativo y aprender a manejarlo es esencial para mantener una vida sana y feliz.

Rechace su diálogo interno
negativo

En este artículo, exploraremos la naturaleza del diálogo interno negativo, sus efectos en la salud mental y las estrategias para manejarlo y superarlo. Al final de este artículo, comprenderá mejor cómo, el diálogo interno negativo afecta su vida y las herramientas para superarlo y mejorar su bienestar mental.

El diálogo interno negativo puede ser un círculo vicioso abrumador que puede afectar nuestro bienestar mental y emocional. Es el diálogo interno que tenemos con nosotros mismos, el que a menudo es crítico, contraproducente y pesimista. Puede erosionar nuestra autoestima, causar ansiedad y conducir a la depresión. Afortunadamente, hay formas de detener el diálogo interno negativo en seco. Aquí hay cinco métodos que puede probar:

Identifique y desafíe el diálogo interno negativo. El primer paso para detener el diálogo interno negativo es tomar conciencia de él. Escuche su diálogo interno y anote cualquier pensamiento negativo que tenga. Una vez que haya identificado estos pensamientos, desafíelos. Pregúntese si son racionales, realistas o si hay alguna evidencia que los respalde. Si no hay ninguna evidencia que respalde sus pensamientos negativos, desafíelos con afirmaciones positivas y más realistas.

Practique la autocompasión. Es fácil ser duro con nosotros mismos cuando cometemos errores o no cumplimos con nuestras expectativas. Sin embargo, practicar la autocompasión puede ayudarnos a romper el ciclo de diálogo interno negativo. La autocompasión implica tratarnos con la misma amabilidad, preocupación y apoyo que le daríamos a un buen amigo. Cuando somos amables con nosotros mismos, es menos probable que participemos en un diálogo interno negativo.

Concéntrese en el momento presente. El diálogo interno negativo a menudo surge de preocupaciones sobre el pasado o temores sobre el futuro. Para romper este ciclo, trate de concentrarse en el momento presente. Esto puede ayudarlo a ser más consciente de sus pensamientos y sentimientos, y ayudarlo a reconocer cuándo está ocurriendo un diálogo interno negativo. La meditación de atención plena es una excelente práctica para aprender a concentrarse en el momento presente.

Rodéese de personas positivas. Rodearse de personas positivas que le brinden apoyo puede ayudarle a aumentar su autoestima y brindarle el estímulo que necesita para romper el ciclo de diálogo interno negativo. Haga un esfuerzo consciente para pasar tiempo con las personas que lo animan y evite a las personas que lo deprimen.

Practique la gratitud. Centrarse en las cosas buenas de su vida puede ayudarle a cambiar su mentalidad de negativa a positiva. Tómese un tiempo cada día para reflexionar sobre las cosas por las que está agradecido y escríbalas. Esta práctica puede ayudarlo a cultivar una perspectiva más positiva de la vida y romper el ciclo de diálogo interno negativo.

En conclusión, el diálogo interno negativo puede ser una fuerza destructiva que puede dañar nuestro bienestar mental y emocional. Al tomar conciencia de nuestros pensamientos negativos, practicar la autocompasión, centrarnos en el momento presente, rodearnos de personas positivas y practicar la gratitud, podemos romper el ciclo de diálogo interno negativo y cultivar una mentalidad más positiva. Recuerde, cambiar su diálogo interno requiere tiempo y práctica, pero el esfuerzo vale la pena.

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domingo, 5 de febrero de 2023

SEA UN BUEN EMPRENDEDOR: APRENDA A TENER PACIENCIA

Cosas que nos ocurren a diario: No suena el despertador y te quedas dormido; llegas tarde y, para rematar, se te poncha una llanta del vehículo. Crees que, si ocurre algo más, podrías explotar con expresiones e improperios no aconsejables para nadie y, menos aún, para un emprendedor. 
Todos los días luchamos por mantener la calma mientras el mundo que nos rodea nos hace perder la paciencia. Puede que hayamos oído que la paciencia es una virtud, pero ¿por qué es tan difícil ser paciente? ¿Qué factores influyen en nuestra capacidad para desahogarnos y dejar que las cosas pasen?
La paciencia es clave en cualquier 
emprendimiento

Seis razones por las que la gente es impaciente

Nuestra acelerada sociedad nos frustra por cosas sin importancia; y aunque sabemos que tenemos que aprender a ser pacientes, todos seguimos luchando, y aquí te presento algunas razones:

1. Nuestros hábitos se ven alterados. Los hábitos nos reconfortan y nos dan una sensación de calma en un mundo tan caótico. Nos impacientamos cuando surge algo que altera nuestras prácticas habituales.

2. Las cosas son importantes, pero el tiempo apremia. Tienes una reunión importante y, aunque has salido con tiempo de sobra para llegar, se han producido retrasos. Puede que se te rompa una llanta de tu vehículo o que haya un accidente en carretera. A medida que tu reloj avanza señalando la hora indicada de la cita, tu paciencia se va agotando.

3. Otras personas tienen éxito y nosotros no. La trampa de la comparación puede causar muchos trastornos en tu vida. Ver que otros tienen éxito en la consecución de sus objetivos mientras tú estás estancado en la rutina está destinado a causar celos y cierta impaciencia por tu parte.

4. Nos sentimos abrumados. Tener demasiadas cosas que hacer hace que muchos nos sintamos abrumados. Así que pasamos de una tarea a otra, trabajando rápida y eficazmente, hasta que llega alguien a interferir y estorbar; las cosas se estancan y se pierde la paciencia.

5. No vemos los resultados tan rápido como creemos que deberíamos. Digamos que quieres perder peso. Investigas métodos y eliges comer más sano y hacer ejercicio. Empiezas muy bien y pierdes dos kilos el primer mes. Luego pierde dos, y después ninguno durante varias semanas. Cuando el progreso se estanca, es fácil impacientarse. Así puede ocurrir con muchas otras áreas de tu vida que serán motivo de tu impaciencia.

6. Estamos cansados y hambrientos. Cuando uno está cansado, es probable que pierdas rápidamente la paciencia con los demás. El hambre tiene el mismo efecto.
Reconocer por qué nos impacientamos es el primer paso para conseguir una vida más feliz y llena de paciencia. Debes considerar cuáles de estas razones son las más importantes para ti y aprender a combatir la impaciencia, pues esta no es buena para ningún emprendimiento.

Ser paciente es clave en el espíritu de un emprendedor

En algunos artículos he hablado sobre la importancia de la pasión y la perseverancia, cuando se trata de emprender; al igual que estas, la paciencia es un rasgo necesario que puede no ser natural para todos los emprendedores.

Sin duda, cuando hay dinero en juego y, por ende, el bienestar personal y familiar, los riesgos son elevados y el tiempo apremia, muchos emprendedores quieren actuar con rapidez, pues también pueden sentirse presionados para alcanzar el éxito lo antes posible y obtener resultados con rapidez. Tal vez quieran dar a conocer su idea antes de que otro emprendedor se les adelante y así ser los primeros en resolver ese problema que tienen algunas personas.

Por otra parte, los emprendedores suelen tener que evaluar situaciones complejas, tomar decisiones y elaborar estrategias sobre la marcha, sobre todo cuando las cosas no salen según lo planeado. Pero ser impaciente puede tener más efectos negativos que positivos y afectar las relaciones, tanto internas como externas, cuando los demás no pueden seguir nuestro ritmo. Las negociaciones comerciales también pueden debilitarse y la toma de decisiones puede ser errónea.
Puede perderse la comunicación asertiva y, cuando las cosas empiezan a ir mal, la impaciencia puede incluso hacer que un emprendedor acabe abandonando. Son muchos los ejemplos de negocios, cuyos emprendedores han hecho crecer, con perseverancia, pasión y paciencia.