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domingo, 5 de febrero de 2023

SEA UN BUEN EMPRENDEDOR: APRENDA A TENER PACIENCIA

Cosas que nos ocurren a diario: No suena el despertador y te quedas dormido; llegas tarde y, para rematar, se te poncha una llanta del vehículo. Crees que, si ocurre algo más, podrías explotar con expresiones e improperios no aconsejables para nadie y, menos aún, para un emprendedor. 
Todos los días luchamos por mantener la calma mientras el mundo que nos rodea nos hace perder la paciencia. Puede que hayamos oído que la paciencia es una virtud, pero ¿por qué es tan difícil ser paciente? ¿Qué factores influyen en nuestra capacidad para desahogarnos y dejar que las cosas pasen?
La paciencia es clave en cualquier 
emprendimiento

Seis razones por las que la gente es impaciente

Nuestra acelerada sociedad nos frustra por cosas sin importancia; y aunque sabemos que tenemos que aprender a ser pacientes, todos seguimos luchando, y aquí te presento algunas razones:

1. Nuestros hábitos se ven alterados. Los hábitos nos reconfortan y nos dan una sensación de calma en un mundo tan caótico. Nos impacientamos cuando surge algo que altera nuestras prácticas habituales.

2. Las cosas son importantes, pero el tiempo apremia. Tienes una reunión importante y, aunque has salido con tiempo de sobra para llegar, se han producido retrasos. Puede que se te rompa una llanta de tu vehículo o que haya un accidente en carretera. A medida que tu reloj avanza señalando la hora indicada de la cita, tu paciencia se va agotando.

3. Otras personas tienen éxito y nosotros no. La trampa de la comparación puede causar muchos trastornos en tu vida. Ver que otros tienen éxito en la consecución de sus objetivos mientras tú estás estancado en la rutina está destinado a causar celos y cierta impaciencia por tu parte.

4. Nos sentimos abrumados. Tener demasiadas cosas que hacer hace que muchos nos sintamos abrumados. Así que pasamos de una tarea a otra, trabajando rápida y eficazmente, hasta que llega alguien a interferir y estorbar; las cosas se estancan y se pierde la paciencia.

5. No vemos los resultados tan rápido como creemos que deberíamos. Digamos que quieres perder peso. Investigas métodos y eliges comer más sano y hacer ejercicio. Empiezas muy bien y pierdes dos kilos el primer mes. Luego pierde dos, y después ninguno durante varias semanas. Cuando el progreso se estanca, es fácil impacientarse. Así puede ocurrir con muchas otras áreas de tu vida que serán motivo de tu impaciencia.

6. Estamos cansados y hambrientos. Cuando uno está cansado, es probable que pierdas rápidamente la paciencia con los demás. El hambre tiene el mismo efecto.
Reconocer por qué nos impacientamos es el primer paso para conseguir una vida más feliz y llena de paciencia. Debes considerar cuáles de estas razones son las más importantes para ti y aprender a combatir la impaciencia, pues esta no es buena para ningún emprendimiento.

Ser paciente es clave en el espíritu de un emprendedor

En algunos artículos he hablado sobre la importancia de la pasión y la perseverancia, cuando se trata de emprender; al igual que estas, la paciencia es un rasgo necesario que puede no ser natural para todos los emprendedores.

Sin duda, cuando hay dinero en juego y, por ende, el bienestar personal y familiar, los riesgos son elevados y el tiempo apremia, muchos emprendedores quieren actuar con rapidez, pues también pueden sentirse presionados para alcanzar el éxito lo antes posible y obtener resultados con rapidez. Tal vez quieran dar a conocer su idea antes de que otro emprendedor se les adelante y así ser los primeros en resolver ese problema que tienen algunas personas.

Por otra parte, los emprendedores suelen tener que evaluar situaciones complejas, tomar decisiones y elaborar estrategias sobre la marcha, sobre todo cuando las cosas no salen según lo planeado. Pero ser impaciente puede tener más efectos negativos que positivos y afectar las relaciones, tanto internas como externas, cuando los demás no pueden seguir nuestro ritmo. Las negociaciones comerciales también pueden debilitarse y la toma de decisiones puede ser errónea.
Puede perderse la comunicación asertiva y, cuando las cosas empiezan a ir mal, la impaciencia puede incluso hacer que un emprendedor acabe abandonando. Son muchos los ejemplos de negocios, cuyos emprendedores han hecho crecer, con perseverancia, pasión y paciencia.

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